¿Por qué la gente vende su voto?

Es la tierra de la azúcar y la democracia amargas. Tres personajes ilustran la realidad de la política en la región de Izúcar de Matamoros. Un productor cañero de Viborillas de Hidalgo, un cortador de caña en los campos cañeros en el pueblo de Don Roque y un ingeniero constructor, cañero también, en Atencingo, conversan en torno al significado de la palabra democracia en una región que ha cimentado su historia en la esclavitud del monocultivo para la producción de azúcar. Es el municipio de Chietla, con la existencia histórica del Ingenio de Atencingo el elemento para entender la degradación económica y política de la región cañera, en el marco de una conversación que parte de un cuestionamiento simple: ¿por qué la gente vende su voto? (SM)

 

CAÑERO: Salieron a comprar dando despensas…

CORTADOR DE CAÑA: Pagando votos. Dieron a 500 y a otros le dieron de a trescientos, y a otros, los más humildes, cien. Los engañaron, la persona que representaban los partidos, pues. Venían con ella y a unos les daban trescientos y a otras personas les daban cien.

CORTADOR DE CAÑA: Pongamos que llegaban con la representante, y decía el presidente, aquí están tantos. Ya, agarraba el dinero la señora y nos lo daba. Porque a varias personas les hacían así, porque ya sabes la política cómo es, porque andábamos con Leonardo Cabrera,  y luego venía el otro y dice: “Te vamos a dar tanto por voto por parte del PRI, te voy a dar tanto de dinero y le pagas a los demás”. Y, pues, digo pues: “Échenlos, es de la política, échenlos”, ya veremos por quién vamos a votar, y agarra lo que te den, a mí, y lo repartió a la gente: “Ustedes nos están dando quinientos y los otros nos dieron cien, y del mismo partido”. Ustedes voten por quien quieran, no es obligatorio, les digo, no es obligatorio, nosotros agarramos el dinero pero ustedes voten por quien quieran, porque el PRI de por sí sabemos cómo es ya. La política así es, pues.

CONTRATISTA: A ver ¿cómo es que te dan el dinero y cómo saben que vas a votar?

CAÑERO: Lo dan ellos porque se supone que ya hay una confianza más grande con ellos, como por ejemplo se llevan con gente de aquí del pueblo, se supone que ya están convencidos de votar.

CORTADOR DE CAÑA: Ellos ya tienen la copia del credencial. Sí, ves que salen y “quiero tantas copias de credenciales”; tenemos que dejarlas y nos entregan el dinero. Con todos los que entramos. Quiero tantas credenciales, necesitamos veinte o quince. Ah, bueno, entonces esas quince son cien pesos para quince votos. Y ya tengo que llevar la señora y ya entrego credenciales. Como despensas, te voy a dar una despensa pero vota por este, cada despensa quiere una credencial…  Aquí vemos ahora que están viniendo a dejar hartas despensas. Ahorita no se está votando, pero yo las veo que están dando hartas despensas. Y copia de la credencial. Ahorita siguen, mucha gente sigue ¿verdad?

CAÑERO: Ya se están apoderando desde ahorita… ¿No serán las despensas que reparte el DIF?

CORTADOR DE CAÑA: No, porque cuando llegan las despensas del DIF les tiene que llegar a entregar el DIF a todos. Esas no llegan por el DIF.

CONTRATISTA: Una pregunta que yo quiero hacer: ¿Cuándo se arreglan lo del dinero del voto, tratan contigo como autoridad?

CORTADOR DE CAÑA: No, tratan a otras personas. A la autoridad en general. Y a esas personas: mira métete en la política, te invitamos, como ya en lo económico muchas veces llegan así, mira, aviéntate, júntame gente y ahí te doy unas despensas y ahí les das a cada quién. Porque ya nos ha pasado a nosotros así; yo voy pa´más de seis años de inspector, me reeligieron, y me dan las despensas como inspector; pero se avienta uno así porque como uno es inspector ya pone la otra persona y ya me van dando otra despensa, y le digo, yo las respeto, ustedes voten por quien quieran, cada quien es cada uno, porque yo no puedo obligarte porque van a decir “obligatorio, no”. Yo agarro las que me den. No están para preguntármelo, aquí hay unas señoras que están dando despensas, cada mes, desde que votaron se comprometieron, yo voy a estar dando cada mes, y así están dando, a lo mejor les ofrecen una despensa ahí como va, lo más seguro es que los que votaron por el PRI, su despensa se les dio.

CAÑERO: Es una señora de aquí de este pueblo.

CORTADOR DE CAÑA: Ahí arriba. Ella ha andado en la política más bien como juntando gente, mediando el voto.  Como gestora aquí en el pueblo.

CAÑERO: Ella es la que va y toca la puerta de la gente…

CONTRATISTA: Le llegaron a ella.

CORTADOR DE CAÑA: A ella le traen las despensas, así es, pues. Estaba viendo, sí, unas cincuenta o setenta despensas. Tienen sus credenciales y van pidiendo la copia.

CORTADOR DE CAÑA: Él les da dinero, por eso de aquí de Ahuehuetzingo puso dos, y ahora tiene a uno de regidor.

CONTRATISTA: O la dirección de Obras, porque ahora se compran las direcciones, se compran las regidurías.

CAÑERO: Como ochenta mil pesos, cien mil una regiduría. A mi primo el grupo de los Ponce lo invitó a formar parte de las regidurías. Se lleva con ellos desde antes que fueran políticos, con uno que está de regidor de gobernación, se lleva con él desde hace muchísimos años, antes de que anduviera en la política. Y como de repente ahí nos llegamos a juntar y todo, cuando se formó el grupo del primer presidente, que fue Edgardo, le dice su amigo que ahorita es regidor: vente con nosotros y tienes una regiduría, métele dinero y ya sabes. Le dijo: de entrada le entras con cincuenta y ya. Por ejemplo, tú tienes que organizar en tu pueblo y otros dos o tres pueblos más, todo lo que se gaste ahí va a correr por tu cuenta. Y ahí no entra la compra del voto, nada más entran cuando va a ser un mitin. Nada más cuando va a ser el mitin tú te encargas de darle de comer a la gente que se acerca. No, en la compra de los votos sí es directamente ellos.

CORTADOR DE CAÑA: ¿Qué pienso de la democracia? Pienso que está mal, en lugar de que vayamos bien, vamos para abajo.  Que nos apoyen bien. Si quieren el voto, hay que votar, pero que hagan obras a nuestra comunidad.

CONTRATISTA: Es que verdaderamente la democracia existe aquí nomás de nombre, no se aplica. Y no se aplica gracias a todos estos mecanismos que ellos implementan, con los que realmente están comprando a la gente, todo eso. Pero no muy lejos, ya no hay confianza en la política porque se están aprovechando de la necesidad de la gente.

CAÑERO: Nosotros en las organizaciones cañeras, también votamos por un presidente, nuestro representante de la organización cañera, la CNPR (Confederación Nacional de Productores Rurales). Ya estábamos cansados de todos, todos robaban a manos llenas, y dijimos: mejor hay que votar por alguien diferente, y en eso aparece un campesino hecho del trabajo, que se ha forjado desde abajo.

CONTRATISTA: Hugo Rosas Quiñones. Y resultó igual.

CAÑERO: No, peor. Ahora es millonario. Él siempre andaba con su camioneta, con un carrito sencillo que tenía los vidrios abajo, a todos saludando y todo, se ganó a la gente, la gente lo apoyó para que él llegara. Él llegó, y luego luego se compró, pues para la módica de andarse paseando, una Tundra, una camioneta de un millón cien mil pesos, una Tundra; y su casa estaba pequeña, ahora no sé, yo creo que es un palacio, no sé si le quiera copiar el diseño a un emperador romano. Compró diez tareas  cerca de su casa y ahí se mandó a hacer todo bardeado una mega casa.

CAÑERO: Uno es lo que nos roba la organización, y lo que nos roba la empresa, de antemano eso es cierto, en el peso de la caña, en el porcentaje de basura y todo eso que ya viene en el tíquet. Para eso había de estar la organización, para que nos defienda, pues. Siempre todas las organizaciones dejan de defender al productor.  A lo que voy es que Rosas Quiñones significaba la esperanza de los campesinos, la democracia, porque él era fuerte, era el de sombrero, un campesino que iba a ver por un campesino, porque sabe todo lo que es trabajar… ¡Jamás! Ese señor está millonario, la verdad. Hay muchos que se han querido revelar por ahí. Ahí tienen a sus golpeadores, por ahí, para eso. No que maten a alguien, no, pero como la gente ya ni se quiere meter en problemas.

CONTRATISTA: Sí, lo dejan pasar. Otro ejemplo: a todos los cañeros les cobran seguro social, pagas tu seguro social, creo diez mil pesos o algo así, al año, te descuentan mes por mes, te lo descuentan, pero si tú no tuviste el servicio, te lo devuelve el seguro social, la mitad, cierto porcentaje, toneladas, te devuelve el seguro social alrededor de la mitad. La CNC, creo, ya lo devolvió, pero la CNPR se supone que es una lana que devuelven la empresa y el seguro, y se las da a las organizaciones juntas, pero pasan meses para que te lo devuelvan.

CAÑERO: Yo fui a pedir mi devolución, y que me dicen: “no, sabes qué, ya se te pasó el tiempo”; les digo, pero si ni avisaron, cómo se va a pasar el tiempo. “No, es que ya se te pasó el tiempo”. Total, le hablé a un amigo que tengo ahí, oye, no me quieren devolver nada, y ya mi amigo vio, le habló a alguien y ya me dicen: “oye, no hagas líos, no vayas a andar por ahí, ten, ya nada más así, pero no digas nada porque a los demás no se les va a depositar”. Imagínate cuánta lana.

CONTRATISTA: Son millones.

CAÑERO: Ahora, es que nadie las audita, ni siquiera a los sindicatos. Acá nada más dicen en palabra lo que se gastó y punto, si quieren creer, bien. De todos modos no me pueden hacer nada.

CONTRATISTA: No hay ningún control fiscal.

CAÑERO: Desde que perdió contra Martha Erika, Barbosa también arrasó. El mismo PRI apoyó a Barbosa para la gubernatura. De hecho, aquí los Ponce no apoyaron a su candidato, apoyaron a Barbosa. Y organizaron todos los mítines a Barbosa.

CAÑERO: Apoyaron a Barbosa, siendo PRI ¿eh?

CORTADOR DE CAÑA: Ya no me dan idea. ¿Cómo que el PRI apoyando al otro partido?

CONTRATISTA: Son los conflictos de intereses.

CAÑERO: Cuando llegó Merino aquí a Izúcar, yo por ahí pasé, y sólo tenía un puesto, yo creo que estaba vendiendo chiles, tenía como cincuenta personas.   Tenía su mesa y nada más, como que un puesto de chiles, ´taban contando chistes, porque había como cincuenta personas ahí.

CONTRATISTA: Por eso aquí ganó Barbosa.

CAÑERO: Sí, cuando vino Barbosa, todos los municipios aquí le pusieron como unas diez a veinte combis de los municipios, para acarrearle gente allá, tuvo como cuatro mil personas, cinco mil.

CORTADOR DE CAÑA: Hasta despensas mandaron, del PRI, para que apoyáramos a Barbosa.

CAÑERO: El PRI se encargó de menearle para que aquí fuese electo en este municipio, para que fueran a votar a Barbosa y todo.

CONTRATISTA: Lo que se está platicando así es, el voto al mejor postor. ¿Por qué? Habría que analizar la situación de la región. Porque esto es regional. No es privativo de Chietla. Es toda la región. Toda la región cañera está en la misma situación económica, con el mismo problema. ¿Cuántos ejidatarios te gusta que haya?  En toda la región. Les hablamos de liquidación, les hablamos de todo eso, pero los ejidatarios y los jornaleros, nomás terminan y paran, ya no hay trabajo.

 

Fragmento testimonial tomado de Dinero Ilegal: elecciones y operación de Estado en Puebla. Episodio 3: 1988-2019, de Sergio Mastretta, PCCI, 2020